Directora: Dra. María Jesús Benites.
Proyecto de doble radicación: Instituto Interdisciplinario de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras y el Centro Cultural Alberto Rougés (CCR) de la Fundación Miguel Lillo (FML), siendo el primero la institución ejecutora en su totalidad.
En este proyecto nos interesa pensar cuáles son las posibles vinculaciones que se producen a la hora de definir las fronteras entre cuerpos, espacios y escrituras. Como parte de las reflexiones discutidas en el proyecto anterior “Políticas de la Literatura en América Latina”, nos interrogamos sobre los lugares que ocupan los cuerpos en términos físicos y simbólicos. De ello, se derivan las preguntas acerca de las ciudadanías, los territorios y los discursos. La puesta en foco de lo colonial nos permite trazar líneas de continuidad y quiebres, no solo en un sentido disruptivo con las cartografías del imperio y de la nación, sino también, con la producción discursiva del presente. Por ello, sostenemos una tarea de lectura crítica desde la literatura contemporánea al archivo. Los cruces entre cuerpo y frontera nos permiten reactualizar las discusiones sobre los cuerpos individuales y los cuerpos sociales en América Latina. Son insoslayables los aportes de Le Breton, Foucault, Butler, Moraña, entre otros quienes, en distintos momentos, se han abocado al estudio de las numerosas prácticas, discursos, representaciones e imaginarios alrededor del cuerpo, en su doble dimensión, biológica y cultural-social. La pregunta por el cuerpo es interrogarse sobre lo humano: la constitución de los conocimientos médicos y genéticos, la transformación de sus percepciones, la tensión entre deseo y mecanismos de control social. Las experiencias de las migraciones, exilios y otras formas de relocalización poblacional han puesto de relieve el tema de los cuerpos en relación con la noción de frontera, categoría sobre la que ha operado un proceso de revisión y reelaboración conceptual en función del pensamiento, crítica y teorización latinoamericana. Resulta de suma productividad la propuesta interseccional de Valenzuela Arce (2014) para interpretar las fronteras y los procesos socioculturales transfronterizos que se articulan al espacio. Estas conceptualizaciones nos permiten revisar la noción de frontera como dispositivo disciplinario, cuya naturaleza heterogénea, comprende discursos, instituciones, instalaciones, reglamentos, leyes, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas (Foucault, 1977). Nos interesa, en especial, vincular la emergencia de los dispositivos colindantes que se imbrican con el desarrollo de la geopolítica, del Estado moderno occidental y la defensa del territorio. De este modo el problema que se aborda nos permite revisar el pasado colonial y las tensiones por los procesos de apropiación territorial, las condiciones de habitabilidad, la construcción de una nueva cartografía atravesada por relaciones de poder, violencia y resistencia. El prefijo trans enfatiza la cualidad transitiva de esas “zonas de contacto” (Pratt, 1992) con el propósito de incluir las complejas condiciones geopolíticas, sociales y culturales que actualizan los límites político-territoriales administrados por Estados Nacionales y disputan diversos procesos de significación y clasificación social. Espacios paradojales que se tensionan entre lo global y lo local. Si cuerpo y frontera resultan capitales para pensar los procesos socioculturales articulados al espacio, a lo identitario, lo lingüístico, lo étnico, el género, los imaginarios dan cuenta de las múltiples representaciones -siempre en disputa- que suscita el continente americano. Este proyecto propone, entonces, un acercamiento reflexivo a través de un corpus vasto y diverso integrado, entre otras, por producciones discursivas coloniales, crónicas y novelas contemporáneas que nos permiten enfatizar los conflictos suscitados a partir de los procesos de emancipación entre los siglos XVII y XX, y los modos en que esas luchas configuran un campo heterogéneo de mundos posibles. El siglo XVI supone el comienzo de la conformación de la Modernidad, en un complejo proceso que tiene en el “encubrimiento del Otro” (Dussel, 1994) y la colonialidad del poder y del saber (Quijano, 1992; Mignolo, 2005) sus dimensiones centrales. Por lo tanto, es clave la constitución de un archivo que se institucionaliza en el Nuevo Mundo con el objeto de servir al poder, controlar y administrar justicia. Para Farge (1991) el archivo expresaría un no-dicho, algo que instaura una dinámica de inclusión/exclusión de cuerpos, voces, espacios, tiempos que organizan representaciones del continente al mismo tiempo que silencian otras y les imprime el carácter de resto. Las preguntas por el archivo potencian otras por los usos del pasado y el presente y para comprender los usos políticos de la violencia y los pliegues que adquiere la colonialidad en el imaginario. Pensamos como disputas y enfrentamientos a esa red de sentidos que fija el archivo desde una lógica del pensamiento abismal moderno (Sousa Santos, 2010). Las rebeliones indígenas y la constitución de lectores, letrados y litigantes indígenas desde fines del siglo XVII y a lo largo del siglo XVIII resultan claves para pensar las disputas y enfrentamientos a esa red de sentidos que fijó el archivo. Revisitar los discursos que se rebelan al orden colonial moderno y proponen otras formas de habitar, vivir, pensar el territorio americano es fundamental como gesto de anarchivo (Tello, 2018). Nos interesa revisar nuestro corpus a la luz de una doble modulación de lo transfronterizo, aquella que la enlaza con los espacios permeables al tránsito humano junto con las formas de control y vigilancia sobre la zona de pasaje, y la que permite pensar la frontera inscripta como dispositivo pedagógico vinculado con la producción y administración de conocimientos y las relaciones de poder que definen centros hegemónicos y lugares de resistencia epistémica (Mignolo; Quijano; Rivera Cusicanqui). El diseño de esta cartografía incluye dos recortes cronológicos con el fin de identificar continuidades y rupturas: uno, el colonial, del XVI al XIX y otro contemporáneo que involucra los siglos XX y XXI.
Integrantes:
DIRECTORA: Dra. María Jesús Benites
CODIRECTORA: Dra. Isabel Aráoz
Dra. Ríos, María del Pilar
Dr. Aguierrez, Oscar Martín
Dra. Chehin, Ana María
Dra. Perilli, Carmen
Dra. Huespe, Alejandra
Prof. Carracedo, Laura
Prof.Estévez, Verónica
Prof. Seco, Maximiliano
Prof. Vidal, Lucía (Becaria CONICET)
Lic. González Mozzi, Sofía
Prof. Schifitto, Patricio
Atar, Jorge
Juárez, Aldana (becaria CIN)
Canevaro, Martina
Erlich, Raisa
Pacheco, Franco.